lunes, 26 de marzo de 2012

LA JOVEN DE LAS NARANJAS

GAARDER, J. (2003). La joven de las naranjas. Madrid: Siruela.


Georg, un joven de quince años recibe una carta de su padre fallecido, hace once años. Antes de morir, el padre quiso dejar a su hijo un pequeño legado, la historia de La joven de las naranjas. El montón de papeles escritos por el padre es encontrado en el forro de una pequeña sillita donde Georg se sentaba de pequeño. Mientras toda la familia se queda a la espera de conocer el contenido de la carta, Georg se encierra en su cuarto para leer en la intimidad una importante historia que le hará convertirse en un hombre en apenas unas horas.

Juntos, padre e hijo escriben este libro, en el que Georg mostrará sus impresiones, reflexiones, recuerdos etc. mientras su padre nos cuenta la fantástica e intrigante historia de La joven de las naranjas.

La joven de las naranjas no deja de ser una obra fascinante que engancha al lector desde la primera línea, y que permite al mismo tiempo una lectura ágil y sencilla. Es una obra apta tanto para jóvenes como para adultos, y que invita al lector a reflexionar acerca de la vida y de la muerte con una visión positiva de la realidad que vivimos, siendo muy adecuada para la educación literaria y el fomento de la lectura en la educación secundaria.

En el siguiente enlace Jostein Gaarder responde a una serie de preguntas acerca de la litertura, la educación y los jóvenes entre otras muchas.

viernes, 23 de marzo de 2012

TUERTO, MALDITO Y ENAMORADO

HUERTAS, Rosa (2010). Tuerto, maldito y enamorado. Madrid: Edelvives.
Ganadora del X Premio de Literatura Juvenil Alandar



Elisa se encuentra un fantasma en la biblioteca mientras prepara un trabajo sobre Lope de Vega. Aterrorizada, huye de allí, pero decide superar sus temores e intentar ayudar a ese fantasma a descansar en paz. Para conseguirlo debe ayudarle a recordar su nombre que él olvidó por una maldición del Félix de los Ingenios. En busca de pistas que la ayuden a resolver ese enigma histórico Elisa no duda en leer libros polvorientos, explorar las calles del Barrio de las Letras y los muchos misterios que esconden, e incluso coquetear con la brujería. Cada vez más atrapada por la historia que intenta desentrañar, debe tomar una decisión vital que se plantea cada vez más difícil según su relación con el fantasma se va estrechando.

Esta obra es algo más que una historia de fantasmas y de escritores muertos. Elisa debe enfrentarse a problemas como el primer amor, la separación de los padres, la superación de los miedos o el racismo, temas que hacen que la lectura invite a la reflexión y sea instructiva a la par que divertida.

Me parece una lectura recomendable para 3º de la E.S.O. ya que la referencia a Lope de Vega la vincula con el currículo de ese curso. Con este libro los escolares podrán familiarizarse con el Siglo de Oro de una forma amena. Por eso, y como actividad alternativa y experiencial sería particularmente interesante que se realizara una excursión por el Barrio de las Letras de Madrid ya que es donde se centra la trama.

El estilo de la obra es sencillo y demuestra los amplios conocimientos que tiene la autora Rosa Huertas literatura juvenil, tema sobre el que realizó su tesis doctoral. En el siguiente vídeo la vemos a ella hablando sobre la lectura:





Las primeras palabras del libro piden un compromiso del lector. ¿Lo aceptáis?

Los fantasmas no existen. ¿O si?
La experiencia nos confirma la evidencia de su naturaleza ficticia: nadie ha podido comprobar de forma convincente su pertenencia al plano de lo real.
Sin embargo, hoy apelo a la complicidad de quien lea estas páginas: no podrás entender la historia que sigue si, al menos, no crees mínimamente en su existencia. Si no es así, resultará inútil que continúes leyendo.

jueves, 22 de marzo de 2012

EL PRÍNCIPE DE LA NIEBLA

Ruiz Zafón, C. (1993). El príncipe de la niebla. Barcelona: Edebé. 

   "Habrían de pasar muchos años antes de que Max olvidara el verano en que descubrió, casi por casualidad, la magia". 



   Estas son las palabras que dan comienzo a esta novela de Carlos Ruiz Zafón, ganadora entre otros del premio Edebé de literatura juvenil. La historia, desarrollada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, está protagonizada por Max Corver, un muchacho de trece años que se traslada junto a su familia a un pueblo a orillas del Atlántico. La nueva casa había pertenecido a un matrimonio adinerado cuyo hijo, llamado Jacob, había muerto ahogado en extrañas circunstancias. Esta muerte estuvo relacionada con un malvado personaje, el Príncipe de la niebla, capaz de adoptar distintas formas y de conceder deseos a un alto precio. 
   En el pueblo, Max y sus hermanas conocen a Roland, un chico que vive con su abuelo en el faro. Los días transcurren tranquilos y los jóvenes comparten juegos y confidencias en los alrededores de la playa del pueblo, en cuyas aguas reposan los restos de un misterioso barco: el Orpheus. Sin embargo, esa aparente calma pronto se verá interrumpida por extraños acontecimientos: inquietantes sombras en el jardín de las estatuas, un reloj cuyas manecillas van hacia atrás, un proyector de películas antiguas...Todo parece indicar que el Príncipe de la niebla ha retornado para recuperar lo que le pertenece. El autor logra crear así, con un estilo claro y sencillo, una trama sugerente, variada y narrativamente muy rica, ya que la historia aparece contada desde distintos puntos de vista. 
   En definitiva, una novela apta para todos los públicos: los más jóvenes se iniciarán en el placer por la lectura y los adultos recobrarán esa parte de niños que nunca se debe perder. Desde las primeras páginas los lectores quedarán sumergidos en el mágico universo creado por Ruiz Zafón y se sentirán uno más del grupo de Max y sus amigos para combatir al Príncipe de la niebla. Intriga, sentimientos, drama y misterio se suceden en el ritmo trepidante de esta novela. Una combinación perfecta que no puedes perderte. 
   Para ir abriendo boca conoce el libro-tráiler de la obra. ¡Quedarás absolutamente cautivado!

ALBA GR

miércoles, 21 de marzo de 2012

EL FANTASMA DE CANTERVILLE

Wilde, Oscar (2007). El fantasma de Canterville. Madrid: Anaya.


En El fantasma de Canterville, Oscar Wilde consigue demostrarle al lector el escaso valor de las cosas materiales, la importancia de la vida y, sobre todo, que el amor es más fuerte que la muerte.
La obra, escrita en prosa y condensada en una breve extensión, encaja perfectamente en la categoría de cuento, concretamente en la de cuento fantástico, pues lo real convive plenamente con lo sobrenatural.
Con un estilo sencillo, de fácil comprensión para un lector juvenil, Oscar Wilde nos describe la historia de Sir Simon, un fantasma condenado a vagar indefinidamente por un castillo asustando a sus habitantes. El final resulta relativamente inesperado, pues hasta los últimos capítulos no se conoce la verdadera razón por la que el fantasma habita en el castillo ni cómo puede ser liberado.
Oscar Wilde aprovecha esta obra para hacer una crítica irónica de la sociedad inglesa, caricaturizando la seriedad y el apego que muestran hacia sus tradiciones, y de la americana, evidenciando su materialismo burgués, sus frívolos entretenimientos y su escasa perturbación ante lo que les rodea. Para ello, el autor da a las características propias del Romanticismo un giro humorístico que divierte mucho a los alumnos. Nos encontramos así, por ejemplo, con un Mr Otis que, en lugar de asustarse al ver al fantasma, le ofrece aceite para engrasar sus cadenas y que no rechinen por todo el castillo.
La historia se nos cuenta por medio de un narrador externo, omnisciente, que con frecuencia utiliza las voces de los personajes para poner en su boca prejuicios o estereotipos de ambas culturas. En ocasiones cede la palabra a los personajes por medio del diálogo o comentando lo que dijeron en determinado momento, permitiéndonos así conocer a los protagonistas según su propia manera de ver el mundo, condicionada en gran medida por los valores y creencias de sus países de origen.
La riqueza léxica, los recursos literarios, la variedad temática y el atractivo que presenta para los alumnos convierten a El fantasma de Canterville en una obra ideal para trabajar en clase distintos aspectos tanto literarios como culturales.

Elena Vares González

martes, 20 de marzo de 2012

PAULINA


Matute, A.M. (1969). Paulina. Barcelona: Editorial Lumen.

Nadie puede negar que Ana María Matute tiene un estilo muy personal. Su forma de escribir está impregnada de una sensibilidad femenina y hasta maternal que provoca en el lector que se sienta identificado con ella una adhesión que roza la devoción. En algunas de sus obras, el hilo conductor es la imaginación; en otras, la guerra civil, la sociedad de posguerra que le tocó vivir en su adolescencia; pero en ésta en concreto, el hilo conductor es la infancia, la familia, y la vida en un entorno rural. En cierta manera, se trata de un relato autobiográfico. La propia autora cayó gravemente enferma con cuatro años, por lo que, una vez recuperada, su familia la llevó a vivir al pueblo donde se encontraban sus abuelos, en la montaña. Y básicamente es ésta la historia de Paulina.
Paulina es una niña huérfana que, tras vivir gran parte de su infancia con el único familiar cercano que tiene en la ciudad, su prima Susana, cae gravemente enferma. Al recuperarse, el médico opina que el aire de las montañas le ayudará a fortalecerse. Así comienza la historia: un largo viaje en tren, desde la gran ciudad, narrado con una ternura que engancha al lector desde las primeras páginas. Una preciosa descripción del interior de la España pobre, pero acogedora, de la posguerra: un tren desvencijado, un café con leche caliente, las farolas de gas que hacen un ruidito especial… así va narrando el viaje que le lleva a la casa de los abuelos. Una vez allí, Paulina pasará una larga temporada en compañía de todos los habitantes de la casa: los abuelos, los criados que son una parte más de la familia, y hasta un niño muy especial, Nin. Con todos ellos aprenderá lecciones inolvidables, que hablan de la auténtica belleza, de la entrega, de la amistad, de la generosidad.
La trama discurre lenta, pero el lector no se cansa, sino que resulta una auténtica delicia recorrer las páginas y disfrutar de los pequeños sucesos a lo largo de los capítulos. Es un libro apto tanto para jóvenes, como para adultos. Su lenguaje es sencillo y totalmente accesible.
 Ana Isabel Llamas